viernes, 4 de septiembre de 2015

TRANSPORTER LEGACY (Transporter Refueled)


Hace ya trece años que llegó a las carteleras la cinta protagonizada por Jason Statham "Transporter", codirigida por el francés Louis Leterrier y por el hongkonés Corey Yuen, pero ideada por el visionario cineasta galo Luc Besson. Pese a una discreta recaudación mundial de cuarenta y cuatro millones de dólares sobre un presupuesto de veintiuno, dio origen a una saga compuesta por dos títulos más, rodados en 2005 y 2008, y con ramificaciones en una serie televisiva que se emite desde 2012. El gancho de su estrella principal, unido a cierta estética caótica y al ritmo alocado que impregna la filmografía de Besson, hicieron que el proyecto se consolidara, aunque ofrecía un tipo de entretenimiento más bien plano y pobre. En todo caso, los últimos trabajos ya venían evidenciando algunos síntomas de agotamiento en la idea central, así como un abuso patente de la reiteración, con el fin de contentar al sector de aficionados de esta desmedida y vertiginosa odisea. 
Pero, como suele ocurrir al constatarse el ocaso de una fórmula otrora exitosa, los productores han decidido volver a empezar, reinventando la trama y rejuveneciendo a los personajes, reiniciando así la saga con otro actor de cabecera, otro realizador y otro guionista ajeno a Luc Besson. No la titulan "Transporter 4", sino "Transporter: Legacy" (en el original, "Transporter: Refueled") y la comercializan como un producto nacido de cero, una especie de percance informático que se soluciona apagando y encendiendo el ordenador, un reseteo ideado por la productora a base de modificar los miembros de los equipos artístico y técnico. 
Sin embargo, la base es exactamente la misma. El mercenario Frank Martin es un reputado conductor a quien contratan para prestar sus servicios como transportista de personas que llevan a cabo negocios sucios y ocultos. Se rige por tres simples reglas: sin nombres, sin preguntas y sin renegociaciones. En esta ocasión, entra en escena una misteriosa mujer fatal que no se detendrá ante nada ni ante nadie con tal de acabar con una despiadada banda rusa de traficantes de seres humanos. 
Es obvio que esta nueva entrega no soluciona las lagunas que presentaban sus antecesoras. Además, la ausencia de su intérprete fetiche por excelencia originará cierta desilusión en los incondicionales de la serie. No cabe duda de que la acción es trepidante y la enrevesada trama cumple a rajatabla las normas básicas de este tipo de cine. Pero, precisamente por eso, hereda los errores, carencia y malas prácticas de la mayoría de los títulos de tan peculiar género: la falta de rigor en la historia, de interés en los personajes y de habilidad en la narración. Todo ello lo convierte en un producto prescindible. Aun así, se ha anunciado un futuro proyecto, con lo que no está prevista ninguna fecha de finalización de “Transporter”. En buena medida, la industria cinematográfica actual se ha convertido en una fábrica de reiteración de ideas, perfiles, secuencias y fórmulas que deja cada vez menos hueco a la creatividad y a la originalidad. En mi opinión, se trata de un camino muy peligroso que no conduce a ninguna parte. 
Después de este lavado de cara, es el joven británico Ed Skrein quien toma el testigo de Jason Statham al volante de los vehículos. No posee un currículum digno de mención, excepción hecha de alguna aparición en la popular “Juego de tronos”. Le acompañan la casi debutante actriz francesa Loan Chabanol y el habitual del cine de acción Ray Stevenson.

Trailer en castellano



Trailer en versión original



Datos del film

Película: Transporter : Legacy.
AKA: Transporter 4.
Título original: The Transporter Refueled.
Dirección: Camille Delamarre.
Países: Francia y China. Año: 2015. Género: Acción.
Interpretación: Ed Skrein (Frank Martin), Ray Stevenson, Gabriella Wright, Loan Chabanol, Tatiana Pajkovic, Anatole Taubman.
Guion: Bill Collage y Adam Cooper; basado en los personajes creados por Luc Besson y Robert Mark Kamen.
Producción: Luc Besson y Mark Gao.


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