viernes, 26 de diciembre de 2014

BIG EYES

Tim Burton ha logrado asociar su nombre a un tipo de cine basado en el surrealismo, la creatividad y la imaginación. Sus películas poseen una estética visual muy característica que las hace inconfundibles. Algunos de sus títulos destacan sobre el resto, bien por su exquisita sensibilidad (caso de “Eduardo Manostijeras” o “Big Fish”), bien por su recreación gótica (caso de “Sleepy Hollow”) o bien por su acertada labor narrativa (caso de “Ed Wood”). También, cuando se ha dedicado exclusivamente a la producción y al proceso creativo, ha sido capaz de alumbrar algunas joyas que ensalzan el Séptimo Arte, como la cinta de animación “Pesadilla antes de Navidad”. Por ello, parece lógico que cuente con una numerosa legión de seguidores y que se le cite entre los más destacados cineastas modernos. 
Sin embargo, su filmografía se ha vuelto errante e irregular con el paso del tiempo. Crece cada vez más la sensación de que la condición brillante, emotiva y deslumbrante de sus obras va quedando atrás y que, incluso, su singularidad artística se diluye y solapa con la de cualquier otro realizador más convencional. Así, largometrajes como “Charlie y la fábrica de chocolate” o “Alicia en el país de las maravillas” cuentan con virtudes indiscutibles -un hermoso diseño de vestuario, unos decorados atrayentes, una meritoria banda sonora- pero, a mi juicio, son proyectos fallidos. Y otros, como “El planeta de los simios” (versión de 2001) o “Sombras tenebrosas”, resultan directamente decepcionantes. La explicación se halla en la permanente tendencia de Burton a transitar por terrenos pantanosos y a bordear esas finas líneas que separan lo cómico de lo ridículo, lo original de lo grotesco, lo sensible de lo cursi. Y ese peligroso tránsito puede convertir una obra maestra en un producto mediocre en función de la valoración subjetiva de cada espectador, de dónde coloque éste sus propios límites. 
Con “Big Eyes”, Burton se aleja de su peculiar universo fantástico para centrarse en la presentación de una historia real a través de unas técnicas narrativas más clásicas. En este sentido, se distancia de esas fronteras de lo grotesco y surrealista y se dedica a la filmación de unos personajes y una trama más tradicionales, abandonando aquella deriva extravagante y alocada de unos últimos proyectos que lo habían hecho descender a la categoría de estrafalario y excéntrico artista sin contenido. Pero, por desgracia, este giro no le ha acercado al brillo, ternura y emotividad de sus grandes títulos, pese a situarnos frente a una obra correcta, reflexiva y humana. Confío en que este auténtico esfuerzo del artista por la autocontención tras la cámara le sirva para recuperar su mejor versión aunque, habida cuenta que su próximo rodaje es la segunda parte de “Beetlejuice”, tengo mis serias dudas al respecto. 
“Big Eyes” está basada en la historia real de Walter Keane, un pintor de éxito en la sociedad de los años cincuenta gracias a sus pinturas de niños con grandes ojos. Sin embargo, la particularidad radica en que tales ilustraciones no fueron ideadas por él, sino por su esposa, Margaret. 
Los siempre solventes Amy Adams y Christoph Waltz encabezan el reparto y se alzan como el punto fuerte del film. Ambas actuaciones optan este año al Globo de Oro a mejores actor y actriz de comedia. Su labor es magnífica y continúa por su habitual senda de corrección y versatilidad interpretativas. Ella ya atesora cinco nominaciones a los Oscar (“Junebug”, “La duda”, “The Fighter”, “The Master” y “La gran estafa americana”) y él ha obtenido hasta la fecha dos estatuillas doradas (“Malditos bastardos” y “Django desencadenado”). Por lo tanto, nos hallamos ante una pareja de lujo que constituye una verdadera garantía éxito.

Trailer en castellano



Trailer en versión original



Datos del film:
Película: Big Eyes.
Dirección: Tim Burton.
País: USA. Año: 2014. Duración: 105 min. Género: Biopic, drama.
Interpretación: Amy Adams (Margaret Keane), Christoph Waltz (Walter Keane), Danny Huston (Dick Nolan), Krysten Ritter (DeeAnn), Jason Schwartzman (Ruben), Terence Stamp (John Canaday).
Guion: Scott Alexander y Larry Karaszewski.
Producción: Tim Burton, Lynette Howell, Scott Alexander y Larry Karaszewski.
Música: Danny Elfman.
Fotografía: Bruno Delbonnel.


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