martes, 14 de octubre de 2014

EL PROTECTOR (The Equalizer)

La Historia del cine está saturada de justicieros, de hombres que, frente a la crueldad y la vileza manifiestas y ante la inoperancia e ineficacia de las leyes, deciden poner remedio a las situaciones a través de su particular visión de la Justicia. Son individuos que, pese a querer llevar una vida tranquila y apacible, se ven arrastrados a una espiral de violencia por no poder evitar su defensa del inocente y su castigo al culpable. Por eso, la razón del éxito de este género cinematográfico es bien sencilla y no es otra que su íntima conexión con los espectadores. Ello explica que la productora Warner Bros ganara más dinero con la comercialización de la famosa máscara de “V de Vendetta” que con la propia taquilla de la película. Al ser humano le encanta la figura del solitario que castiga a los malos y evita su impunidad, ya sea en su vertiente más sobria (“El protegido”, de M. Night Shyamalan), más fantástica (“Spiderman”, “Batman”) o, como en el caso del cineasta Antoine Fuqua, más desproporcionada. 
Su preferencia por la acción violenta y desenfrenada define a este realizador norteamericano, que en sus inicios había rodado algunos largometrajes que, sin merecer excesivos elogios, presentaban aspectos dignos de ser salvados (“Día de entrenamiento”, “Lágrimas del sol” o la versión de “El rey Arturo” con Clive Owen al frente). Posteriormente, su filmografía se volvió repetitiva y cansina. Así, su último estreno, “Objetivo: La Casa Blanca”, una concatenación de secuencias a cuál más grandilocuente e inverosímil, puede calificarse directamente de vulgar y carente de interés, evidenciando una notable decadencia creativa. Sin embargo, en “El protector” remonta ligeramente el vuelo, aunque tampoco demasiado. 
El comienzo resulta prometedor, en parte gracias a un Denzel Washington cuya presencia llena la pantalla. Su recreación de un lobo solitario que aspira a dejar atrás un pasado agresivo refugiándose en los libros y en su mundo interior pero que, testigo del sufrimiento de personas inocentes, no puede evitar sacar la fiera que lleva dentro, es muy convincente. Lástima que ahí terminan los méritos del film ya que, a medida que avanza la narración, Fuqua manifiesta su predisposición a centrar la trama en las explosiones espectaculares y en la habilidad poco creíble del protagonista para aniquilar, incluso rodeado y desarmado, a legiones de adversarios. De hecho, la segunda parte del metraje es una constante solicitud del director al público para que éste considere posibles las solitarias e imaginativas hazañas del vengador encarnado por Washington, quien dota de nuevo significado a la expresión “Solo ante el peligro”, que ni siquiera Fred Zinnemann y Gary Cooper (en un alarde de prudencia y rigor) se atrevieron a darle en la mítica cinta de 1952. 
En mi opinión, “El protector” gustará y entretendrá a los aficionados a un tipo de acción contundente y saturada de peleas y disparos y, sobre todo, hará las delicias de quienes sueñan con este formato de justicia instantánea que castiga el mal con rapidez y contundencia. Por el contrario, aquellos que no sacien sus aspiraciones tan sólo con el castigo y la sangre, o que deseen algo más que aplacar su hambre y sed de justicia, constatarán las diversas carencias de un relato al que no se le ha sacado todo el jugo y al que han reducido a su condición de espectáculo más básico y elemental. 
Junto al imponente Denzel Washington, participa en el reparto la interesante Chloë Grace Moretz, que ya mostró su carisma y su capacidad de transmitir en “500 días juntos”, “Kick-Ass” y “La invención de Hugo”.

Trailer en castellano



Trailer en versión original



Datos del film
Película: The equalizer: El protector.
Dirección: Antoine Fuqua.
País: USA. Año: 2014. Género: Acción, thriller.
Interpretación: Denzel Washington, Chloë Grace Moretz, Marton Csokas, Melissa Leo, Bill Pullman, David Meunier.
Guion: Richard Wenk.
Producción: Todd Black, Tony Eldridge, Mace Neufeld, Alex Siskin, Denzel Washington y Richard Wenk.
Montaje: John Refoua.
Diseño de producción: Naomi Shohan.
Vestuario: David C. Robinson.


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