viernes, 28 de febrero de 2014

PHILOMENA

Stephen Frears es uno de esos realizadores británicos de difícil clasificación. En su filmografía figuran buenos trabajos de muy diverso género que le avalan como cineasta polivalente y eficaz. Su compatriota Ken Loach, por ejemplo, se limita a rodar un concreto tipo de cine, caracterizado por la denuncia social con un tono de constante lucha reivindicativa. También Jim Sheridan destaca en la recreación de tragedias intensas. Sin embargo, Frears acierta en la comedia (“Alta fidelidad”), en el estilo más vanguardista y rompedor (“Mi hermosa lavandería”, “Ábrete de orejas”), en el drama de época (“Las amistades peligrosas”), en el género negro más actual (“Los timadores”) y hasta en los biopics (“La Reina”). Posee una notable habilidad para narrar historias adaptando cada proyecto a su estilo y dotándolo de verosimilitud y credibilidad. Además, sus películas atesoran una galería de personajes interesantes y ofrecen algunas secuencias brillantes, ya sea por los diálogos o por determinadas situaciones memorables. 
Con “Philomena” ha optado por una apuesta arriesgada, ya que el tema que aborda es más propio del típico melodrama televisivo de mala calidad que se emite en las sobremesas de fin de semana. Basado en una historia real, cuenta la desgraciada vida de Philomena Lee, una mujer irlandesa que, tras un embarazo adolescente, fue recluida en una institución religiosa y martirizada por las monjas encargadas de su custodia. Tras ser dado su hijo en adopción en contra su voluntad, se dedicó desesperadamente a buscarlo durante cincuenta años. Este perfil de temática suele derivar por lo general en productos carentes de nivel que se centran en explotar el dolor y la desventura de sus protagonistas para que el espectador, pañuelo en mano, no se despegue del televisor por espacio de dos horas. Sin embargo, la habilidad de Frears le impide apuntarse a la opción más fácil y le obliga a ir más allá para brindar una visión más original -en ocasiones, incluso divertida- del problema. 
Y aunque la connotación escabrosa está presente de forma constante, la introducción del personaje de un periodista en horas bajas a la búsqueda de una noticia que remonte su carrera profesional, un cierto toque de “road movie” -al que se añade el estimulante choque generacional y religioso entre ambos protagonistas-, varios diálogos inteligentes y, sobre todo, la excepcional actuación de Judi Dench, se alían para un digno resultado final. Por lo tanto, un film destinado en principio a ser uno más del montón se termina convirtiendo en un correcto melodrama en el que la veterana actriz inglesa sobresale por encima de todo lo demás. 
El largometraje hará las delicias de los amantes de las historias de gran calado humano, en las que la bondad y la valentía de una mujer marcada por la fatalidad es argumento más que suficiente para completar noventa minutos de proyección. Es francamente impactante la escena en la que el periodista, ya implicado personalmente en el drama, vierte con odio sus reproches sobre una de las religiosas culpables de tanta desdicha, mientras la propia víctima le echa en cara al reportero su comportamiento y el lenguaje utilizado, para terminar perdonando a la monja, ante la mirada atónita de un hombre incapaz de entender aquel gesto de piedad. 
Reitero una vez más que Dench es el alma de este título. Conocida por el gran público gracias a su papel de “M” en la reciente saga de James Bond, conviene recordar que ha ganado un Oscar a la mejor actriz secundaria por “Shakespeare in Love”, y ha sido igualmente nominada por sus interpretaciones en “Mrs. Brown”, “Chocolat”, “Iris”, “Mrs. Henderson presenta” y “Diario de un escándalo”. Su papel de “Philomena” le ha colocado de nuevo en la carrera por la estatuilla dorada, cuya entrega tendrá lugar el próximo dos de marzo. No es la favorita de esta edición (Cate Blanchett y Amy Adams figuran por delante en las apuestas) pero nunca se sabe.

Trailer en castellano

Trailer en versión original

Datos del film
Película: Philomena.
Dirección: Stephen Frears.
País: Reino Unido. Año: 2013. Duración: 98 min. Género: Drama.
Interpretación: Judi Dench (Philomena), Steve Coogan (Martin Sixsmith), Sophie Kennedy Clark (Philomena de joven), Mare Winningham, Barbara Jeffoird, Peter Hermann, Sean Mahon.
Guion: Steve Coogan y Jeff Pope; basado en el libro “The lost child of Philomena Lee”, de Martin Sixsmith.
Producción: Steve Coogan, Tracey Seaward y Gabrielle Tana.
Música: Alexandre Desplat.
Fotografía: Robbie Ryan.
Montaje: Valerio Bonelli.
Diseño de producción: Alan MacDonald.
Vestuario: Consolata Boyle

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