viernes, 20 de septiembre de 2013

JOBS (Jobs)

Steve Jobs ha sido una de las personalidades internacionales más relevantes e influyentes de los últimos años. Revolucionó por completo el mundo de los ordenadores, de la música, de la telefonía y del género de animación. En la década de los noventa, su empresa “Apple” era la compañía de mayor valor de todo el planeta. Impresionante currículum para alguien que empezó su carrera desde cero en el garaje de su casa y que falleció a la temprana edad de 56 años. Los vídeos de sus discursos continúan situados a día de hoy entre los más vistos del canal “Youtube” y sus frases lapidarias siguen siendo utilizadas con frecuencia. De ser un icono de la modernidad ha pasado a convertirse en un auténtico mito. 
Por eso, rodar una película sobre un personaje como él resultaba muy tentador, ya que su solo magnetismo aseguraba en gran parte la labor de captación de interés del público, interesado en el largometraje incluso antes de sentarse en la butaca de la sala de proyección. Pero, curiosamente, esa ventaja ha sido precisamente la peor enemiga de la cinta: que su gancho le viniera dado de antemano gracias a los méritos del genio sin que ni el guion, ni la interpretación, ni la narración hayan añadido nada desde el punto de vista cinematográfico. Dicho de otro modo, si la proyección engancha es porque Steve Jobs engancha. 
Resulta inevitable establecer comparaciones con una producción que trasladó a la pantalla grande la vida del creador de Facebook, otro cerebro que, partiendo de la nada y sin siquiera haber concluido sus estudios universitarios, inventó la primera red social, dando origen a un fenómeno de masas sin precedentes. Y, se mire por donde se mire, “La red social” de David Fincher sale rotundamente victoriosa respecto de “Jobs” de Joshua Michael Stern. Los diálogos del genial guionista Aaron Sorkin, la habilidad y agilidad narrativa y visual de Fincher, la frescura y naturalidad de los actores, así como sus aspectos artístico, técnico y creativo revelan que el segundo es un título menor, por más que se pueda defender que la figura en la que se basa posee mayor repercusión que la del joven Mark Zuckerberg. 
Sin duda en este caso, la realidad ha superado claramente a la ficción. Da la impresión de que, abrumados por los logros de Jobs, los responsables de la película no han profundizado en absoluto en la personalidad del resto de los participantes de la trama, limitándose a plasmar una versión de los hechos sin arriesgar ni innovar, opción que hubiese enfurecido al propio genio, una de cuyas frases célebres dice “la innovación es lo que distingue a un líder de un seguidor”. O, en palabras de otra eminencia como Albert Einstein, “en los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento”. Ante la también innegable crisis que atraviesa la industria del cine, he aquí una muestra de mucho conocimiento pero poca imaginación y, por lo que a sus responsables respecta, de muchos seguidores pero pocos líderes. 
El reparto está compuesto por numerosos actores secundarios que, pese a no ser conocidos para la mayoría de los espectadores, sí lo son para los muy aficionados al Séptimo Arte. Sin poderles acusar de desempeñar mal sus papeles, sus interpretaciones tampoco destacan. El protagonista, Ashton Kutcher, al margen de una lograda caracterización, logra desprenderse de su aureola de gamberro gracioso que ha cultivado en algunas comedias o en series como “Dos hombres y medio”. Pese a todo, la película incluye momentos interesantes, más que nada porque lo que cuenta lo es.

Trailer en castellano

Trailer en versión original

Datos del film

Película: Jobs.
Dirección: Joshua Michael Stern.
País: USA. Año: 2013. Duración: 128 min. Género: Biopic, drama.
Interpretación: Ashton Kutcher (Steve Jobs), Dermot Mulroney (Mike Markkula), Josh Gad (Steve Wozniak), Ahna O’Reilly (Chris-Ann), James Woods (Jack Dudman), J.K. Simmons (Arthur Rock), Lukas Haas (Daniel Kottke), Matthew Modine (John Sculley), Lesley Ann Warren (Clara Jobs), Ron Eldard (Rod Holt), Kevin Dunn (Gil).
Guion: Matt Whiteley.
Producción: Mark Hulme.
Música: John Debney.
Fotografía: Russell Carpenter.
Montaje: Robert Komatsu.
Diseño de producción: Freddy Waff.
Vestuario: Lisa Jensen.

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