viernes, 8 de julio de 2011

WIN WIN (Ganamos todos)



El norteamericano Thomas McCarthy cuenta con una amplia carrera en el mundo de la interpretación y, aunque ha participado en películas tan conocidas como Conspiración junto a Mel Gibson, Los padres de ella con Robert de Niro o Syriana, Buenas noches y buena suerte y Michael Clayton, en compañía de George Clooney, lo cierto es que sus papeles pueden ser calificados como secundarios y reducidos a pocos fotogramas, de tal manera que no le han permitido ser conocido por el gran público. Pero, aunque con los números en la mano su faceta de actor sea sin duda la más habitual en su carrera profesional, la verdad es que se trata de un artista muy prolífico que también produce, dirige y escribe, hasta el punto de que fue nominado al Oscar por su guión de Up, la deliciosa película de animación de la factoría Pixar cuya primera escena se puede calificar como una de las más emotivas y conmovedoras de los últimos años.
En 2003 debutó como realizador con la cinta The Station Agent que, al ser estrenada en España con el título Vidas cruzadas, generó la lógica confusión con el largometraje homónimo del veterano Robert Altman. Film muy destacado para ser una ópera prima, McCarthy se alzó con el BAFTA británico al mejor guión por este trabajo, además de varios galardones en los Independent Spirit Awards. Posteriormente rodó The Visitor y, aunque pasó tan desapercibida para los espectadores como su antecesora, la crítica la ensalzó y le otorgó numerosos reconocimientos, entre ellos una nominación al Oscar al mejor actor principal para Richard Jenkins. En ambos casos nos hallamos ante obras originales y emotivas en las que destaca la labor de unos actores que dan vida a personajes llenos de interés. Por todo ello, quien parecía un intérprete de segunda fila dio un salto cualitativo y comenzó a ganarse el respeto como cineasta.
En este momento llega a las pantallas su tercer proyecto que, como viene siendo habitual en él, se basa nuevamente en tramas sentimentales protagonizadas por individuos que, aunque puedan ser tildados de tipos corrientes, esconden en su interior un torbellino de problemas y de emociones plasmados con efectividad. Win Win cuenta la historia de un abogado de escaso éxito laboral que dedica su tiempo libre a entrenar a un equipo escolar de lucha libre. La aparición en su vida de un joven conflictivo va a provocar que todo su mundo se tambalee. Una película que contaría con todas las papeletas para ser resultar cursi, ejemplarizante y condenada a ser emitida en las sobremesas televisivas se convierte gracias al buen hacer de su director y sus actores en un título que, sin alcanzar la brillantez, merece la pena ser visto. La mezcla de buenos sentimientos, moraleja y final feliz con unos personajes que sufren, se equivocan, se arrepienten y se redimen termina siendo todo un acierto.
El entrañable Paul Giamatti se sitúa al frente del reparto. Excelente actor que ya fue nominado a una estatuilla de Hollywood a la mejor interpretación de reparto por Cinderella Man, fue asimismo el inolvidable protagonista de Entre copas, una de las comedias más frescas y divertidas de las últimas décadas.

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