viernes, 6 de febrero de 2009

LA DUDA

John Patrick Shanley es un reconocido escritor neoyorkino tanto de obras de teatro como de guiones cinematográficos y que ha triunfado en ambos campos. En 1988 obtuvo el Oscar al mejor guión original por Hechizo de luna, drama romántico protagonizado por Nicholas Cage y Cher, quien también se alzó con la estatuilla a la mejor actriz principal. Sin embargo, la primera vez que dirigió una película se trató de una comedia titulada Joe contra el volcán (1990), cuyo reparto encabezaban unos jóvenes Tom Hanks y Meg Ryan. Esta pareja coprotagonizaría posteriormente otras cintas como Algo para recordar o Tienes un e-mail, convirtiendo su unión en un filón para los productores, que insistían en reunir al tándem una y otra vez amparándose en su especial conexión con un público extremadamente fiel. Shanley estrenó en el año 2004 la obra teatral La duda en los escenarios de Broadway, obteniendo numerosos galardones, entre los que destacan los prestigiosos premios Pulitzer y Tony. Ahora, diecinueve años después de su debut detrás de las cámaras, traslada a la gran pantalla la obra de teatro que tantas satisfacciones profesionales le ha supuesto. Para ello, se ha aliado con el gran productor Scott Rudin, ganador de la estatuilla a la mejor película por No es país para viejos e igualmente nominado por Las horas, para llevar a cabo este proyecto.
La trama se desarrolla en el popular barrio neoyorkino del Bronx en 1964 y muestra los conflictos entre un sacerdote que aspira a una evolución de la institución eclesial y una religiosa de moral estricta que impone una férrea disciplina colegial en el seno de una congregación religiosa. Partiendo de la acusación de abusos sexuales a un menor, se desata una dura batalla personal entre ambos protagonistas que se extiende a lo largo de todo el metraje. Como todas las adaptaciones cinematográficas de una obra teatral, el punto fuerte del film radica en las interpretaciones. Baste señalar que, de sus cinco nominaciones a los Oscar, cuatro han recaído en el equipo artístico –Meryl Streep, Philip Seymour Hoffman, Amy Adams y Viola Davis-, puesto que el guión les brinda numerosas escenas para su lucimiento. Obra eminentemente interpretativa, La duda gustará sobre todo a los amantes de las grandes actuaciones, aunque su punto débil sea que destaca sólo a ese nivel, desatendiendo otros aspectos de la narración. Los treinta minutos iniciales de proyección resultan excesivamente lentos por descriptivos y, además, su final resulta ambiguo, con un discurso a cargo de la monja protagonista en la última escena que peca de incoherente con lo que hasta ese momento había reflejado el personaje. El reparto está integrado por figuras de primer nivel, entre las que sobresale invariablemente Meryl Streep, sin duda la mejor actriz de las últimas décadas. Con ésta son ya quince sus candidaturas a los premios de la Academia de Hollywood, un récord muy difícil de superar. Su filmografía es tan excepcional que intentar extraer sólo algunos títulos resulta una misión imposible. En cuanto a Philip Seymour Hoffman –Oscar al mejor actor por Capote- ha participado en filmes como El talento de Mr. Ripley o La guerra de Charlie Wilson, que le han colocado a la cabeza de los mejores intérpretes de su generación. Mencionar por último a la joven actriz Amy Adams - Atrápame si puedes, Encantada- quien, junto a su compañera de reparto Viola Davis, aspira a disputarle a la española Penélope Cruz la estatuilla a la mejor actriz secundaria por su papel en la película de Woody Allen Vicky Cristina Barcelona.

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